domingo, 19 de octubre de 2014

Transverberación en automóvil

No estoy, mirándome a velocidad de inercia contenida en el asfalto
A través del vidrio he sido lámpara de gas en madriguera,
Objeto de cuerda en el desierto, bocarriba, frenético alacrán de incubadora,
Es la velocidad que me transporta a las bodegas de los buques que
Arrojaron anclas en galaxias giratorias que se comen las cadenas.

Inmóvil sobre la aceleración de férvidos pistones que se queman,
Al tiempo soy león antiguo que domina promontorios de planetas
Ignorados por la tierra. Ubicuidad de estar aunque no quiera.

Intestinos recogidos con las manos temblorosas en la hierba,
Secuestrado en máquinas expendedoras que supuran luminosas
En pasillos de hospitales, en el ano de indigentes con gangrena
Que padecen escozores lacerantes bajo el mismo sol de playas
En que ejecutivos aceitados se rostizan para ver televisión en
Clubes donde prostitutas que los odian se lubrican en lavabos.

Surfeo asfáltico nocturno en mareas de neón ultravioleta,
Puedo, reconocerme a través de parabrisas impactados y
En castillos de naipes abortados en mesitas familiares;
Mientras, me escabullo entre bacterias come-carne sobre pianos,
En remotas estaciones donde se olvidaron lápices de labios
Masturbándome en enormes y vacíos almacenes desolados.

Vi partir trenes que por el camino se elevaron y se fueron como
Niños que no saben que se mueren; soy fantasma de otras cosas
Penitente en cuerpo humano; soy dios, porque quiero, y a veces
Entro desquiciado en los calzones de las monjas cuando rezan.

Dmitry Maximov

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